lunes, 9 de noviembre de 2015

LACTANCIA: ATENCIÓN SANITARIA


La atención sanitaria a las mujeres deja mucho que desear en general. No me gusta ser tan categórica pero es evidente que el sistema médico androcéntrico va dejando un historial de víctimas detrás con nombre de mujer. El tema de la lactancia es especialmente sangrante. La falta de conocimientos sobre lactancia del sector sanitario debería producir sonrojo y vergüenza en el colectivo. Ni profesionales de la ginecología, ni matronas, pediatras o médicos de familia tienen en general demasiada idea de qué va esto.  Como siempre, hay un grupo de profesionales que sí se han ocupado de conocer y saber de verdad lo que significa una mastitits, un mal agarre o un frenillo, pero, desafortunadamente, no es lo común.

Por eso escribo este post. 

No hay más que pasarse por un grupo de apoyo a la lactancia presencial o virtual para poder hacer una estupenda recopilación de mitos, prejuicios y estupideces que los profesionales sanitarios han dicho a las mujeres: desde “tu leche es aguá colorá” al “no alimenta” o “no existe el frenillo submucoso” o “si tienes mastitis deja de dar de mamar” o “amamantar duele”. Cada una de las mujeres que hemos tenido problemas con la lactancia tenemos una historia, generalmente, de desamparo médico detrás.

Ahora está de moda decir que la lactancia es lo mejor para el bebé. Pero ante cualquier problema, los sanitarios, que no saben resolverlo – porque no los/se han formado-, inmediatamente ofrecen el biberón. Y lo que muchas mujeres queremos no es dar el biberón cuando surgen problemas con la lactancia, lo que muchas mujeres queremos es que se resuelvan los problemas y continuar alimentando a nuestros hijos como y hasta que nos de la gana. Para dar un biberón no hace falta ir al médico. Lo peor, no es que los profesionales no sepan de lactancia. Lo peor es que mienten, dan información errónea  o se inventan cosas con tal de no mostrar que no saben. Con lo bien que quedarían cuando va una mujer a su consulta con una mastitis, diciendo:
  • -   Espera, que no sé que tengo que hacer. Voy a llamar a quien sí sabe o a contactar con un grupo de apoyo a la lactancia (cuya información científica suele estar más actualizada y ser muy superior a la que manejan la mayoría de los sanitarios, todo hay que decirlo) o voy a formarme.

Entonces, a las mujeres no llegarían a casa con una mastitis y la prohibición de amamantar hasta llegar al absceso o con un biberón y las lágrimas en los ojos o con la idea (prejuicio machista donde los haya) de que nuestro cuerpo nos provoca dolor y que amamantar duele y hay que sacrificarse. Entonces las mujeres podríamos disfrutar de una lactancia placentera y saludable, sin dolor ni enfermedad.

La parte positiva de esto es que las mujeres nos hemos tenido que trabajar la autogestión de la lactancia y la información circula de igual a igual en los grupos de apoyo. Una forma de conocimiento valiosísima que debe recuperarse en los demás ámbitos. La parte negativa son las miles de mujeres que no llegan a contactar con estos grupos y que pierden la lactancia a pesar de su deseo de mantenerla.  La parte negativa es que hay cuestiones, como operaciones de frenillo o el análisis de la leche en una mastitis o la receta de algunos antibióticos en la que necesitas al sistema médico para que accedas a ellos. Son numerosas las familias que se ven obligadas a viajar a otras provincias o a ir de consulta en consulta hasta que encuentran a un buen profesional capaz de tratar un simple frenillo. Por el camino, obstrucciones, mastitis, abscesos, lactancia…

Una vez más, el cuerpo de la mujer es ninguneado y poco tenido en cuenta. Una vez más, el deseo de las mujeres (de dar de mamar), minusvalorado. Una vez más, lo que no existe en el cuerpo de los hombres, no existe para la ciencia.

¿Hasta cuándo? 

Artículo de estudio sobre el útero de 8 de noviembre de 2015

miércoles, 14 de octubre de 2015

LÍMITES, un cuento ...

Una vez un cristal me dijo:
"Tienes tus límites, 
No vayas más allá.
Sin límites no hay territorio
Sin territorio no hay respeto.
Tu piel es un límite
Tu sonrisa es otro…
Tu ira es también un límite
Cómo lo es tu miedo.
Sin limites te invaden o invades
Sin ellos te pierdes la aventura de explorar el territorio interior
La Aventura de ser explorador,
Guerrero y conquistar tu ser,
Sabio y aprendiz de la vida,
Bufón o Gobernante de tu Existencia!!!
 Por ello cuando te encuentres a alguien que te enseñe de límites, 
Guardalo como un tesoro. 
Amalo sin medida y Agradece su regalo"
Pero cómo? No comprendo lo que me quieres decir…- le dije.
Siempre me han enseñado que debo superarme, y atravesar mis límites.
Para que comprendas mejor,-dijo el cristal.  harás lo siguiente: mañana a la hora de mayor oscuridad de la noche partirás con tu caballo y galoparás tanto como puedas para que al alba con el primer rayo de luz estés en la frontera, en los limites de tu territorio y una vez alli sube a lo alto y echa un vistazo que hay del otro lado. Entonces vuelve y cuentame lo que ves.
Llena de curiosidad hice lo que me pidió, y partí con un ciento de interrogantes y expectativas, como una niña jugando un nuevo juego, fue así como con la primera luz de la mañana ya estaba subida a lo alto de la muralla que hacía de límite de mi territorio y eché un vistazo.
Para mi sorpresa, encontré un maravilloso paisaje, unas hermosas tierras aparecieron ante mis ojos, verdes prados, rios, montañas... muy similares a las mías y era tan maravillosa aquella imagen y parecía todo parte de la misma tierra que  me pregunté por qué estaba allí mi muralla, cómo es que no eran un solo territorio, mi ser de repente empezó a languidecer, algo en mi me llamaba a lanzarme sin pensarlo a aquel nuevo territorio de belleza sin par. Llena de pena pues aquellas tierras estaban del otro lado de mi muralla regresé a casa y le conté a mi cristal lo sucedido y lo que pensaba.
Mientras hablaba una sonrisa se esbozó en sus labios. Sonrisa que poco a poco pasó a convertirse en una estridente carcajada, cada vez me sentía peor, cómo era posible que se riera así de mis tribulaciones?, si había hecho todo lo que me pedía y le había abierto mi corazón con lo que estaba sintiendo.
Tras un buen rato el cristal se acercó y me preguntó: ¿recuerdas que se veía en la lontananza? -estaba tan maravillada con el paisaje en conjunto que me fue difícil responder con precisión, así que me dijo "vuelve pero esta vez fíjate bien". 
Así que volví a la muralla y al llegar a lo alto el sentimiento de pena se intensificó, era casi doloroso y desgarrante, esa muralla no tenía sentido en tan maravillosos paisaje. Para mi sorpresa mis ojos parecieron distinguir otra muralla muy, muy lejos. Cuando regresé le conté al cristal con lujo de detalles lo que había visto y me dijo: -pues entonces busca una grieta en tu muralla , derríabala! corre y conquista ese nuevo territorio!.
Partí nuevamente dispuesta a cumplir mi tarea, tardé tres años en derribar parte de la muralla y 9 en llegar hasta los confines de tan vasto territorio. Descubrí una geografía única, altas montañas, ríos de mil colores, aves, peces, plantas imposibles, frutos con aromas a cielo... Una vez finalizada mi tarea volví de regreso cargada con tesoros inimaginables. Al llegar a casa allí estaba como siempre esperándome mi cristal. Y con una sonrisa me preguntó por mi viaje. Mil y una noches tarde en narrarle las nuevas experiencias y al final me preguntó: - subiste a lo alto de la ultima muralla?
Tantos años descubriendo, disfrutando, aprendiendo hicieron que al legar a mi destino olvidara mi cometido. – Amado cristal – respondí. No subí, ni miré lo que había del otro lado, hay tantas cosas de este lado tantas maravillas que me faltarían cientos de vidas enteras para descubrir todos los secretos de tan insospechadas tierras.
Y con un destello de luz, dijo el cristal: - ahora comprendes, la primera muralla era una limitación la segunda quizás sea un límite, lo sabrás cuando llegue el momento. Un día irás de nuevo y quizás sientas necesidad de subir a lo alto y mirar lo que se esconde del otro lado. Ese día recuerda lo que hoy me has explicado.
Pasó el tiempo, pasaron muchas vidas, y la profecía del cristal se cumplió y fui hasta los confines de mi territorio y subí a lo alto y eché un vistazo. Entonces Te encontré y me enamoré de Ti. Reina de mis tierras Rey de las tuyas. Hicimos una alianza  y desde entonces caminamos juntos.

viernes, 2 de octubre de 2015

Razones que llevan a una pareja infeliz a seguir juntos.



Seguro que alguna vez, habéis visto a una pareja discutir repetidamente en su día a día, incluso faltándose al respeto. Estaréis de acuerdo conmigo, en que lo primero que nos preguntamos ante tal situación es: ¿por qué seguirán juntos?

Las cosas no siempre son lo que parecen en una relación. Una vez aprendí que no es oro todo lo que reluce”.

Fuera de la confianza, las personas suelen dar una cara muy poco parecida a la que en verdad podemos apreciar dentro de su día a día. Por ejemplo, en una pareja, la persona que parece másdependiente puede ser la dominante dentro de la relación y cumplir el papel contrario al que percibimos nosotros como espectadores.

Es cierto, que cuando tenemos problemas o percibimos situaciones negativas, nuestra parte racional reacciona evitando tales experiencias simplemente para sobrevivir a ello. Pero ya son muchos los estudios, que demuestran la rabia o el miedo como una forma de vínculo.

Incluso, teniendo en cuenta los resultados de estas investigaciones, podemos afirmar que en algunas ocasiones, la rabia puede ser más poderosa para mantener una pareja unida que elenamoramiento.

Cuando tenemos una relación, buscamos características que la constituyan como una experiencia armoniosa, pero este argumento sentimental no siempre se consigue. Partiendo de la base de que una relación difícil, se construye y se elige entre ambas personas, hoy vamos a daros las razones por las cuales las parejas infelices siguen juntas.

*Los sentimientos de culpa. Hay personas que permanecen en una relación por la presencia de sentimientos de culpabilidad si dejan a su pareja. Normalmente, suelen ser situaciones que despiertan sentimientos de pena hacia la otra persona.

*Juegos de poder. Cuando en una relación existe una distribución desigual de trabajos o de cualquier otra situación dentro de la misma, la pareja que no es tan activa suele depender del otro, dejándose llevar e incluso “arrastrar” emocionalmente. Si se da esta situación, la persona en cuestión se sentirá perdida sin el otro, que lleva la voz cantante de la relación.

*No expresar lo que verdaderamente se siente o piensa. A pesar de la imagen que nos puedan dar las personas, no todo lo que vemos es “lo que parece”. Haz la prueba contigo mismo.

Habrá infinidad de momentos en los que te hayas sentido muy molesto, pero has tenido que mantener la compostura de neutralidad para no perder tu trabajo, una relación o simplementeno dañar a la persona que tienes al lado o a ti mismo.

Si en una relación no estamos sintiéndonos y actuando fieles a nuestros valores, o nuestra pareja no está actuando positivamente, podemos sentirnos frustrados y enfadados con nosotros mismos simplemente por consentir dicha situación. Cuando esa rabia la proyectamoshacia nuestra pareja podemos aliviarnos de forma temporal, pero después ese enfado o rabia volverá, generando un círculo vicioso/adictivo.

Así, esconder, difuminar o no contar lo que pensamos o sentimos nos hará mantener una relación, en ocasiones, “irreal”.

*Las parejas desarrollan “acuerdos” que se suponen, pero no se expresan formalmente. Realizar acuerdos entre dos personas que se sobreentienden, pero nunca llegan a acordarse formalmente, puede volver peligrosa la relación, cuando el propósito de estos acuerdos silenciosos es permitir y/o evitar hábitos como la infidelidad, el exceso de gastos, un mal comportamiento… Por eso es fundamental, una buena comunicación verbal y no verbal en una pareja, siendo transparentes y verdaderos en todo momento.

*Si existe un maltrato, es que hay una persona que cree merecerlo. En la mayoría de los casos, los adultos son participantes voluntarios en las relaciones, sin importar lo poco sanas que sean, ya que pueden existir recompensas ocultas para ambas personas. Las razones más comunes para justificar seguir juntos, suelen ser los hijos, las finanzas, el tiempo invertido, la vergüenza de separarse, la religión de ambos…

También, si nos encontramos en una relación en la que existe un maltrato emocional, puede ser que uno de los miembros pueda creer que merece ser maltratado. Esta situación puede cambiar si se internaliza el mensaje de que no mereces sufrir un abuso emocional por parte de tu pareja.

Con esta nueva forma de sentir y pensar,  aprenderás a decir no y desarrollarás un ego sano, necesario para superar la situación. Al final, serás consciente de que ninguna situación negativa, malentendido o daño cometido, justifica tu infelicidad.

*Esperanzas y tiempo. Las cosas pueden cambiar, es cierto, pero no suele ser lo habitual y más cuando la situación de malestar es prolongada en el tiempo.

Hay muchas personas que prefieren escudarse en las esperanzas y el paso del tiempo, como justificación a su relación de pareja. Pero lo cierto es, que si llevan mucho tiempo siendo infelices, el cambio será más complicado si no hay compromiso y actitud por ambas partes.

*Aparición de miedo e inseguridad ante la posibilidad de dejarlo. En muchas ocasiones, las personas deciden mantener la relación que tienen, aun cuando no son felices, por miedo a equivocarse en su decisión de dejarlo o por la inseguridad de no saber como será una vida sin el otro.

Las personas sanas emocionalmente saben emplear positivamente sus propias herramientas. 

Cuando eres consciente de todas las características y situaciones emocionales que nos pueden llevar a arrastrar y mantener una relación de pareja negativa, puedes ser capaz de no tener miedo a estar solo con tus propias frustraciones e inseguridades. Te conoces, eres consciente de tus barreras y lo mejor, te sientes libre de amar y ser correspondido.

Fuente:   lamenteesmaravillosa.com

lunes, 29 de junio de 2015

martes, 1 de julio de 2014

SOY TU SÍNTOMA




Hola! Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue.


Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles.
Y no, eso sería un un completo disparate.
Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de "paz" impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser "sutil" y "suavecito" cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: "Cállate", "vete", "te odio", "maldita la hora en que apareciste", y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días con día, taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma "mágica" yo me vaya de tu cuerpo. Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme...

¿Vas comprendiendo??

Para ti, yo el síntoma, soy "La Enfermedad".
Qué cosa más absurda. No confundas las cosas.
Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme.
Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma. ¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, "eres tú", "es tu estilo de vida", "son tus emociones contenidas", eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades.
Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí.
Esto debe ser algo como un "golpazo a tu inteligencia". Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo.
De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes.
La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más.
Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, "el síntoma", aparezco en tu vida, no es para saludarte, no.
Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte.
Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: "por qué apareció este síntoma en mi vida", "qué querrá decirme" ?
¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?
¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

S i dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás.
Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo apareza en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo.
Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir.
Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como "analizador" de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo.
O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago?
Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita.
Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo.
Estoy harto de que digas:
"Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético".
"Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar".
"Siempre yo con mi migrañas".
Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada que me presumes, realmente estás diciendo: "Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, mírenme, mírenme! "

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa.
Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida!

Atte. El síntoma



Fuente: Océano de Luz